Por Beatriz Serrano / El País

"Vidas cada vez más aceleradas, anquilosadas en pequeñas y ruidosas viviendas, unidas a los nuevos sonidos y distracciones constantes de la tecnología, nos hacen buscar lugares para guiarnos en la casi utópica idea de desconexión. Pero, una vez allí, hay quien no sabe cómo enfrentarse a la quietud".



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