Por Laura Di Verso / Zenda



"NOMBRES BORRADOS

La mente no es un lápiz para tomar apuntes,

es una goma de borrar.

(Marko Vesovič)


Mi padre fue perdiendo poco a poco el lenguaje.

Y empezó por los nombres. Lo primero

que olvidó su cerebro no fueron los adverbios

ni los pronombres ni los adjetivos,

como uno estaría tentado de creer,

ni las motas de polvo de las preposiciones,

sino los sustantivos.


La manzana dejó de ser manzana,

el vaso pasó a ser eso,

y quienes se acercaban dejaban de llamarse.


La muerte comenzó su labor minuciosa

robándole los nombres,

borrándolos, poniendo

en su lugar un esto o un aquello,

un dame, un balbuceo, un gesto de la mano.


Lo último que se pierde son los verbos,

los verbos que se mueven en la sangre

como si fuesen peces

hasta que acaba el mundo,

hasta que ya no puede el cuerpo con su alma.


Los adjetivos son afectuosos,

visten de amor lo que miran

y por eso perviven.


Pero los nombres se esfuman.

Y la sustancia de los sustantivos

es agua de borrajas, niebla, torres de humo.


La manzana deja de ser manzana.

Yo dejo de llamarme

La palabra dolor no significa nada."


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Image: Renacimiento / Zenda

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