"Percibo que,
de tanto intentar
ocultar la mente,
parece que
los pensamientos
son autónomos,
los sentimientos
son fruto de la percepción
y las decisiones
son automáticas.
Al traer a la luz la mente,
cada decisión
puede ser vivida
de forma consciente.
Y así,
la idea
de ser víctima de uno mismo
se desvanece
y emerge el sentir
de cocrear."