Por Ima Sanchís / La Vanguardia

"Andreas Weber, biólogo y doctor en filosofía.

Nací en Hamburgo, Alemania, y ahora vivo a caballo entre Berlín y Génova, igual que estoy entre la filosofía y la biología. Casado, tengo dos hijos. El objetivo de cualquier movimiento político debe ser cuidar de la red de vida de la que formamos parte y nos nutrimos. Soy un científico místico.

Una biosfera sensible

Cada vez descubren sentimientos en más tipos de seres. Hoy sabemos que las abejas pueden deprimirse y que las arañas sueñan y se mueven en sueños como nosotros. "La biología está redescubriendo este mundo. A mí no me sorprende porque la vida se encuentra en el núcleo íntimo de la experiencia emocional. Hace diez años aparecieron los botánicos diciendo que las plantas cooperan, se comunican y sienten dolor y les pareció extraordinario, pero lo que hacen las plantas lo hacen todos los seres vivos. Debemos entender que estamos en una relación de intercambio con todos los seres y volver a colocarnos ahí, actuar desde ahí, pero probablemente se tenga que arruinar todo para que volvamos a ese estado de conciencia". En su ensayo Vivificar (Kairós) Weber argumenta que vivimos dentro de una biosfera sensible".




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