Por Teresa Sesé / La Vanguardia
"Una de las constantes de la obra de Jaume Plensa es el silencio. La fabricación del silencio. El silencio "como un motor para escuchar los latidos de tu corazón, la vibración de tu cuerpo y de tus pensamientos". Pero tras dieciocho meses de pandemia, "creo que es muy importante reivindicar ese silencio activo para poder escuchar el latido del corazón de los otros, de estar más pendientes que nunca de los otros". El artista, que celebra que por fin podamos volver a estar juntos, "cada uno con sus individualidad y su memoria", reflexionaba así durante la entrega del Gran Gresol, galardón que ha recibido este martes en el Palau Macaya de manos del presidente de la Fundació GresolEmili Correig".
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