Por Juan Luis Álvarez / La Vanguardia
"A nadie extrañará que Ryan Reynolds se convierta en su nuevo filme Free Guy en un héroe tan atípico, que necesita hasta un universo propio para ponerlo patas arriba. La comedia de acción que se espera que contribuya a devolver a los espectadores al cine este verano, es el penúltimo escalón en la trayectoria de una estrella que no ha dejado que crezca la hierba bajo sus pies en ningún momento.
Lleva doce años en el grupo de cabeza de Hollywood, desde que se produjo su claro despegue, gracias a dos películas como la noche y el día. Fue un sombrío Deadpool de 1.90 de estatura y excelente forma, enfrentado al Lobezno de Hugh Jackman y el asistente de cierta ejecutiva (Sandra Bullock) que le enredaba para que se casara con ella y evitar así ser deportada en La proposición".
Imagen: Guy Aroch / La Vanguardia