Por Eduardo Jaén / Tapas Magazine


"A las cinco de la mañana, cada día, Eric Kayser ya está en pie. Unos días va a correr y otros a trabajar. En esta ocasión, este panadero y empresario miraba la temperatura del horno de su nuevo establecimiento de Madrid (Velázquez, 126) para asegurarse y aleccionar al equipo español de esos detalles que hacen que un croissant sea perfecto.


Y lo hace, asegura, porque su vocación, más allá del negocio, «es enseñar en cada país a gente joven cómo trabajar el pan, para que puedan llevar su propio local». No en vano, dice que desde los cuatro años, su sueño era «ser panadero, pero también viajar, enseñar… y aprender», porque sostiene que, sin la cultura necesaria, el sencillo acto de hornear harina y agua no daría los resultados que él se exige. «Nosotros no sólo hacemos pan, hacemos buen pan», asegura. Y, efectivamente, lo hace muy bien.


Eric Kayser comenzó en el oficio cuando tenía 16 años, y, en 1994, junto a su compañero y amigo Patrick Castagna, inventó la Fermentolevain, una máquina inteligente que permite crear y conservar levadura líquida natural (masa madre) a una temperatura ideal y lista para usar, lo que sentó la base para la preparación del pan artesanal natural, sin conservantes artificiales."


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Image: Tapas Magazin

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