Por Ramón Soler / Cuerpomente
"Tener un hijo supone un cambio vital, en todos los sentidos. Esta increíble experiencia de aprendizaje, si es bien aprovechada, puede ayudarnos a evolucionar enormemente.
En el caso de las madres, este proceso resulta particularmente profundo e intenso. Los meses de embarazo, la experiencia del parto y la convivencia apegada con su bebé, suponen tal combinación de cambios físicos, hormonales y emocionales, que muchas mujeres experimentan, a raíz de convertirse en madres, una transformación radical en sus vidas.
En mi consulta, siempre dedico tiempo a hablar y trabajar momentos tan especiales como son el embarazo, el parto y el puerperio. Dependiendo de cómo se hayan vivido estos episodios, pueden ser experiencias muy positivas o, también, altamente traumatizantes, como en el caso de las mujeres que han sufrido violencia obstétrica en sus partos.
Hoy quiero compartiros el ejemplo de la revelación vital que experimentó Sandra en el momento del nacimiento de su primer hijo."
Image: Daniil Silantev - Unsplash / Cuerpomente