Por Faena Aleph



"Realizadas por uno de los pioneros de la fotografía en Japón, estas imágenes reflejan el refinamiento de una cultura y la belleza que sólo un gran artista podría alcanzar.


Existe un encanto especial en las fotografías coloreadas a mano, y los japoneses fueron maestros de esta técnica. Si bien, desde mediados del siglo XIX, la fotografía ya era una práctica más o menos común en Occidente, y la posibilidad de capturar la imagen de algo por medio de la luz comenzaba a normalizarse, este naciente arte aún no alcanzaba una de sus más ansiadas metas: apoderarse del color.


Así, entre las muchas técnicas que surgieron para ello, nació la práctica de tratar las fotografías, una vez capturadas, coloreándolas a mano. El siglo XIX vio el desarrollo de una maestría innegable en este hermosos proceso artesanal, y el archipiélago japonés fue cuna de algunos de sus más espectaculares exponentes; uno de ellos fue Ogawa Kazumasa (1860-1929)."


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Image: Faena Aleph

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