Por Daniel Ramírez / El Español

"Se apareció envuelto en un gabán negro que casi le engullía los pies. Un fular azul celeste le rodeaba el cuello como una serpiente pitón. Quería verle llegar sin que él me viera a mí, así que me escondí a unos metros de la Puerta del Café Gijón. Llevaba muchos años persiguiéndole. Jesús Quintero (San Juan del Puerto, 1940), aquella mañana con sol de invierno, era un cuerpo amurallado".

https://www.elespanol.com/opinion/20221003/vengo-confesarme-silencios-jesus-quintero-demonios-gijon/707929668_0.html
Artículo Anterior Artículo Siguiente