¿Con palomitas?
La vida como un guión
puede ser un drama,
una comedia o una autobiografía
[a los demás géneros les envío una sonrisa].
O tal vez la autobiografía cómica de un drama,
con su título "En el ego encontré un amor,
ops, digo: el humor".
Una será la vida la responsable
de lo que se siente, se vive y se percibe.
En la otra uno reconoce
que atrae [con cada decisión]
a las personas y experiencias
aunque el deseo parezca
estar 'oculto en el inconsciente'.
El guión [que ya no lleva tilde]
puede ser cambiado en cualquier momento.
Para eso, primero,
se necesita el reconocimiento
de que uno, con todos los fracasos y tragedias,
es el que sale como director en los créditos;
oh responsabilidad,
y con ello, la pregunta
"¿para qué estoy creando una película
con esta calidad?".
Con el nivel de las experiencias,
que conlleva las personas presentes
y también [¿por qué no?] algunas ausencias,
uno puede tener la idea
de qué tan creativo está, y si la conclusión
es que la película parece "Groundhog Day",
ojo, a lo mejor el 'rollo de la proyección'
[por no decir alguna que otra creencia y emoción]
ha quedado atorado.
Como haya sido lo creado y proyectado,
ahora hay la oportunidad de cuestionar
lo creído y juzgado,
para así poder crear nuevas escenas,
divertidas o con lágrimas,
seguro que se verán bellas
si en la honestidad han sido basadas.