Por Ima Sanchís / La Vanguardia

"Geoffroy Delorme, fotógrafo y ecologista inmersivo, siete años viviendo entre corzos.

Tengo 38 años, pero no los cuento. Nací y vivo junto a los bosques de Louviers, en Normandía, en pareja y sin hijos. Vivimos en un sistema político vertical, donde hay mucha jerarquía y competencia. Yo vivo en un modelo diferente: horizontal , donde todas las personas y seres son interdependientes. No tengo creencias.

Sentir 
De niño se escapaba de noche por la ventana para adentrarse en el bosque, donde se sentía libre y autónomo y más acompañado que entre humanos. A los 19 años decidió quedarse a vivir en el bosque como un animal más y acabó siendo aceptado por los corzos. "Esa confianza absoluta que me concedieron me conmovió profundamente". Ellos le enseñaron a sobrevivir: a dormir en los inviernos helados sin una manta ni un refugio, a comer, a almacenar comida en pequeños agujeros que excavan en el suelo y a comunicarse. Por su parte supo hacerse entender y enseñarles con sus ladridos y actitud a detectar el peligro de los cazadores y cómo esconderse. Vivencias increíbles que cuenta en El hombre corzo (Capitán Swing). "Solo en el bosque, junto a los corzos, no pienso nada, no pongo palabras a cuanto veo; respiro o escucho. Siento"."

https://www.lavanguardia.com/lacontra/20220426/8222000/le-rogaba-dios-me-convirtiera-zorro.html





Imagen: La Vanguardia
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