Por Sergio C. Fanjul / El País

"José María Passalacqua (Buenos Aires, 50 años) vive como un ermitaño en el barrio de Lavapiés, Madrid, encorvado sobre una mesa, escribiendo. "Hay veces que no salgo ni hablo con nadie", dice. Passalacqua escribe, se detiene en cada letra, la traza con ciencia, compone las palabras, forma las frases que acaban en colas espirales, que no solo persiguen el significado sino también la belleza. Escribe, pero no como un escritor al uso. Passalacqua es un calígrafo. "Lo que hago es escribir a mano".


Imagen: Juan Millás / El País
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