Por Astrid Meseguer / La Vanguardia

"Paolo Sorrentino (Nápoles, 1970) regresa a su ciudad natal, dos décadas después de filmar su ópera prima El hombre de más, con Fue la mano de Dios, su película más personal e intimista. Una obra repleta de nostalgia en la que el oscarizado director de La gran belleza retrata sus años de juventud, la llegada de Maradona al Nápoles en los ochenta, el nacimiento de su vocación cinematográfica y la muerte de sus padres. Él se salvó de fallecer con ellos a causa de una fuga de gas en su casa de la montaña porque prefirió asistir a un partido del astro argentino. El film se aleja de los excesos barrocos de sus anteriores obras en pro de los sentimientos, despliega la obsesión de los napolitanos por 'El Pelusa' y acentúa el carácter bromista de los padres del protagonista, encarnados por el actor fetiche de Sorrentino, Toni Servillo, y Teresa Saponangelo. Fue la mano de Dios se alzó con el Gran Premio del Jurado en el festival de Venecia y representará a Italia en los Oscar. Hoy llega a los cines y el 15 de diciembre a Netflix".




Imagen: Franco Origlia / Getty / La Vanguardia
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