Por Anatxu Zabalbeascoa / El País Semanal
"Cuando su madre se moría, Julián Herbert (Acapulco, 1971) se sentó a su lado a limpiarla. Y a escribir. Canción de tumba (Random House) es la historia de esa madre, que se ganaba la vida como prostituta, y la suya propia, plagada de huidas y búsquedas en las adicciones. También su poesía o cuentos son una celebración desatada y una lucha contra sí mismo, su miedo y su soberbia. "Lo malo de ser hijo de una puta es que muchos actúan como si la puta fueras tú", dice mientras caminamos en Ciudad de México. Pide que le disculpe: él tiene que andar por el lado de la calzada. Es su instinto protector. "O machista, si quieres". En un puesto de tacos pide un sidral. No para de dar pesos a todo el que le pide. "Es parte de estar aquí. En Saltillo es distinto". Acaba de llegar en autobús para devolver a su hijo Leo a su madre. Tiene dos hijos anteriores. "Y la hija de Sylvia, de 18 años, que he adoptado". ¿De dónde saca fuerza para casarse cada vez? "Le tengo mucha fe a la vida de pareja".
https://elpais.com/eps/2021-12-24/julian-herbert-soy-un-hombre-muy-soberbio-eso-es-veneno-puro.html
Imagen: Germán Nájera + Iván Flores / El País
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