"Algunos niños piensan que son el centro del universo, y se comportan como si absolutamente todos debieran girar a su alrededor. A veces pasa. ¿A qué madre o padre no le hemos escuchado decir la clásica frase refiriéndose a su hijo de "déjale, que solo quiere llamar la atención"? Puede que tu hija de 10 años pretenda de cualquier forma y treta ser el centro a toda costa, o que tu hijo adolescente haga un drama por todo y pague sus frustraciones y rabia cada vez que tiene cualquier problema por mínimo que este sea. Entonces ¿dónde están los límites? Porque, a veces, se trata de comportamientos que pueden llegar a ser agotadores y abrumadores para los padres. Y ¿cuándo se convierte en un problema real? ¿Es posible que algunos niños lleguen a sentir un vacío porque de verdad sus padres no les hacen caso?".
Imagen: Kelly Sikkema / El País