Si has tenido la valentía de embarcarte en el viaje de la sanación y el crecimiento personal, habrás comprobado que no se trata de un proceso sencillo, rápido ni de evolución lineal. La perseverancia es imprescindible con los viejos patrones prestos a atraparte de nuevo en cuanto bajas la guardia. Sin embargo, si tu yo del futuro pudiera dirigirte un mensaje sería el siguiente: no vuelvas a los lugares de los que tanto te costó salir.
Ante todo, es importante que te liberes de culpas y comprendas que los cambios no suceden de un día para otro. Es normal que en más de una ocasión hayas sentido la tentación de ceder y tirar la toalla, de regresar al sufrimiento conocido para, por ejemplo, recuperar la sensación de control.
No estás haciendo nada mal, simplemente te encuentras a mitad del puente que te conduce a tu nueva vida. Por eso, hoy queremos dedicar unas líneas para alentarte a continuar".