Tengo 34 años. Soy barcelonesa. Estoy casada y tengo una niña . Estudié en la Escuela Hofmann y tengo un posgrado en Administración de Empresas. No me siento representada por los partidos actuales. La ciudadanía ha evolucionado más que la política. Creo en que si haces el bien te vienen cosas buenas.
Aroma de limón y canela
Pertenece a la quinta generación de heladeros y para colmo se ha casado con Raúl, que es parte de su equipo. Cuando su madre enfermó, Irene volvió al negocio familiar para echar una mano y volvieron los aromas del limón y la canela con tal fuerza que ya no pudo marcharse. Estudió y se aficionó a la neurogastronomía, y hace tres meses, junto a la horchatería de sus padres de la rambla del Poblenou, ha abierto Mamá Heladera, donde elabora helados con los recuerdos de sus clientes. En su tienda hay caras de sorpresa, lágrimas de emoción, toda una aventura que se basa en nuestra relación con los sabores marcada por el tipo de experiencia que ha quedado almacenada en nuestro recuerdo: los aromas, la compañía, el momento, las texturas, las imágenes y los sonidos despiertan ante un helado que nos devuelve a aquella emoción.
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La gente rellena formularios de recuerdos, yo elijo y los trabajo, luego les pido que vengan a probarlo y si se emocionan, he acertado; sus expresiones valen todo el esfuerzo.
Qué bonito.
Vino un chico iraní, Sev, que recordaba con añoranza el helado de azafrán y agua de rosas de su infancia. Añadimos un poco de nata y lo llamamos Sev Bastani, que significa el helado de Sev en persa.
¿Y otros persas lo reconocen?
Sí, allí es tan común como aquí la vainilla. En la vitrina hay muchos sabores curiosos, es como un intercambio de historias y de partes de uno mismo, es muy bonito".
https://www.lavanguardia.com/lacontra/20210818/7669731/mis-helados-hechos-recuerdos.html
Imagen: La Vanguardia