Por Ana Fernández Abad / SModa / El País


"Tanto en la vida personal como en la profesional, esta técnica cobra cada vez más relevancia. Ayuda a comprender mejor al otro, no juzgar y mostrar empatía, algo que, recalcan los expertos, es fundamental en una sociedad dominada por la inmediatez y en estos tiempos de fatiga pandémica.


Hace un año, Paula G. no había oído hablar de la escucha activa. Tenía 41 años y 16 meses antes había sido madre de su primera hija. «Llegué a este concepto a través de una conocida, enfermera, que estaba muy metida en el tema de la crianza, participé en un congreso de educación y allí conocí a Celia Tejealas, que habló de escucha activa, y en octubre me apunté a uno de sus cursos», recuerda. Paula, que trabaja como empleada de banca, sentía que necesitaba cambiar algo en su manera de relacionarse. «Veía que yo le pongo una etiqueta a una persona y siempre la trato sobre ese paraguas, hago juicios. La primera parte de la escucha activa es quitarte los prejuicios de encima, buscar una comunicación que te acerque, no que te aleje», explica. Descubrió que esta habilidad «sirve para ver cómo te comunicas con la gente, para escarbar», y eso, reconoce, la ha ayudado".


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Image: Getty / SModa / El País

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