Por Lluís Amiguet / La Contra / La Vanguardia
"Stephen Johnson, autor de 'Cómo Shostakóvich me salvó la vida'; compositor en la BBC.
Tengo 65 años: de niño sufrí maltrato de mi madre, enferma mental, y aún lucho para superarlo. Gracias a la música y los libros.
Se hizo la luz y era una melodía
El infierno es descubrir –a los 7 años– que la persona que más necesitas y amas es la que más te desprecia y maltrata. Johnson se culpó a sí mismo de los abusos de su madre. Solo la música lo salvó cuando descubrió en ella las huellas de quienes habían estado antes en infiernos como el suyo. Del Pink Floyd juvenil al Shostakóvich que compartía con él, los horrores del estalinismo, su sufrimiento y esperanza. Johnson investiga hoy como musicólogo, junto a otra mujer, la suya, que sí le ama, el poder curativo de la música: desde las endorfinas de la estridencia hasta la oxitocina de las melodías que, como en las nanas, sustituye a la que aporta el contacto con la madre que a él le faltó. Y hoy aprende y enseña a suplir escuchando su sufrimiento y su salvación en los de otros.
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La psicología explica que tras sufrir un trauma disociamos nuestros sentimientos de nosotros mismos como encerrándolos en una habitación lejana. Y Shostakóvich me permitía visitarlos en esa habitación sin sufrirlos.
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No era culpa de nadie; sí responsabilidad de todos; también mía.
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…Quien se siente solo víctima renuncia a ser dueño de su destino y será siempre solo una víctima.
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Hablé con una pobre heroinómana que mendigaba en la calle tras vivir una historia como la mía y quise decirle que yo también había estado allí y me había odiado a mí mismo. Y que se podía salir de aquello. Y compuse música y escribí horas y horas para contarlo".
Image: La Vanguardia