Por Lucía Díaz Madurga / Tapas Magazine


"Diana Kasko era amante de la arquitectura y, antes de convertirse en repostera, tenía la intención de dedicarse al diseño. Así es como nació su vocación en otro tipo de construcciones: los postres. Su herramienta principal es una impresora 3D y sus obras, o dulces, tardan en estar listos entre dos y tres días dando como resultado pequeñas, deliciosas y arquitectónicas obras de arte."


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Image: Diana Kasko / Tapas Magazine

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