Por Valeria Sabater / La mente es maravillosa


"La figura de la libélula nos transmite una serie de metáforas y simbolismos sobre nuestra existencia. Compartimos con este insecto la capacidad de transformarnos y la mágica habilidad para adaptarnos a diferentes escenarios.


La metáfora de la libélula es un recurso simbólico muy interesante para entender los ciclos vitales. A veces, resulta de gran utilidad este tipo de referencias en las que se entremezcla lo literario con lo místico, lo antropológico con la indudable fuerza que tienen algunos seres del mundo natural.

Lobos, gatos, mariposas, elefantes… Los animales y sus atributos siempre nos ofrecen buenas lecciones que pueden servirnos de inspiración.


La libélula es uno de ellos. Tradicionalmente, se alza como un tótem que engloba dos procesos básicos: adaptabilidad y transformación. Este insecto siempre ha llamado la atención del ser humano por ser una criatura que pertenece a tres de las esferas de este mundo: tierra, agua y aire.


Sus procesos de transformación, desde que es una ninfa hasta que se convierte en libélula, le llevan a estar en contacto con esos escenarios esenciales de la propia naturaleza."


Enlace





Image: La mente es maravillosa

Artículo Anterior Artículo Siguiente