Por Mariana Gálvez / Icon


"Los expertos ya lo han bautizado como 'Dating deja vu'. Hablamos con ellos y con personas acostumbradas a tropezar una y otra vez con la misma piedra.


Ahí estás. En una cafetería con una persona que has conocido en Tinder. Es atractiva e intelectual, pero también egocéntrica, como todas en las que te fijas. Te habla de los libros que ha leído en el último mes cuando, de repente, te embarga un sentimiento de familiaridad. Esta escena ya la has vivido antes. Esta historia ni siquiera ha empezado y ya sabes cómo va a acabar: como el rosario de la aurora. Pero, en vez de cortar por lo sano, habrá una segunda cita. Incluso puede que seas tú quien la sugiera.


Este no es un caso aislado: muchas personas salen (e incluso se casan) con perfiles totalmente incompatibles. Pero, ¿por qué ocurre esto si a priori no tiene sentido? "La locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes", decía el físico alemán Albert Einstein. Al ser humano le atrae lo que ya conoce aunque sepa que no es la mejor opción. Y este fenómeno tiene nombre: dating deja vu, un juego de palabras que hace referencia al famoso término francés déjà vu (ya visto).


Una investigación de la Universidad de Toronto asegura que tendemos a enamorarnos del mismo tipo de persona una y otra vez. Los autores de este estudio realizado con más de 300 personas en Alemania concluyen que, si tenemos los mismos problemas en una relación tras otra, ya sea estable o pasajera, quizá sea porque escogemos los mismos rasgos de personalidad en nuestras parejas y lo hacemos de manera inconsciente, todo el tiempo. Por otra parte, también solemos buscar rasgos de personalidad que creemos que nos faltan, usándolos para llenar vacíos emocionales. O rasgos de personalidad tóxicos con los que crecimos en los primeros años de nuestra vida. Escapar del bucle no es fácil."


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Image:  GETTY IMAGES/CSA IMAGES RF / El País Icon

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