Por Javi Ramos / En El Mundo Today


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“Cocinado como un pastel aún te lo puedes comer, pero así a palo seco, sin hormigas ni nada, es intomable”, alertó a los demás niños que se disponían a comerse la arena. Cada vez más menores de cinco años protestan por la baja calidad de la arena de los espacios urbanos. “Cuando tenía dos años recuerdo que la arena de este parque era un auténtico manjar, pero desde hace tiempo ya no hay quien se la coma”, denuncia Anita Rodríguez, de cuatro años."






Image: El Mundo Today





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