Por Ima Sanchís / En La contra
"El cristiano de las flores
Tras un largo paseo por los alrededores de Rohuna, un pueblecito del norte de Marruecos, el jardinero se durmió bajo una higuera y al despertar soñó con crear ahí su paraíso, un inmenso jardín con todas las especies de plantas autóctonas que hoy ya solo sobreviven allí, un lugar único e irremplazable. Suena a cuento de hadas, y algo hay, pero Perdido en el paraíso (Acantilado) es una historia de un tesón enorme, el rescate de un mundo precioso de especies botánicas que sin ese tesón se habría extinguido, la sabiduría de los moradores del lugar y la historia del cemento contra la vida. Le pregunto qué atesora de su amigo Paul Bowles, vecino en Tánger. “Me enseñó lo importante que es esforzarse y trabajar. ¡Qué difícil es expresar la artesanía con palabras!”.
Image: La Vanguardia