Nada como crear sin el deseo de obtener.
Nada como compartir lo creado y no poner nombre, valor, firma, espacio o tiempo. Nada. Nada como no buscar reconocimiento en lo compartido. Esta aceptación llena de plenitud.
El fin es la creación en sí. El hecho de dar.
Es sentir libertad pues nada se espera.
Se puede seguir el camino.