Cada instante


El qué

poco a poco daba paso 

al cómo

que ya sabía 

que este momento llegaría. 


Silenciosa transición se sentía.


Una meditación extendida 

en los diversos momentos, 

con los ojos abiertos 

y lentos movimientos.


Consecuencia natural 

del integrar, 

las apariencias impresionaban menos y, 

los sentimientos, más. 


Cada actividad, una oportunidad, 

para sentir la profunda paz.




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