Los ojos son los mismos, la visión es otra


Observar, 

sin juzgar.

Observar, 

para aprender a observar.

Observar sintiendo, 

para lograr amar.

Observar sin comparar, 

suficiente es aceptar.

Observar y apreciar, 

para una relación empezar.


Observar.


Observar el pensamiento 

y permitir que desfile libremente.

Observar la voz, 

que habla para ocultar lo que quiere decir.

Observar una emoción, 

sintiéndola, 

abrazándola 

hasta que permee en el corazón.

Observar la respiración 

y [des]aprender la tensión.


Observar un juicio 

para conocer a uno mismo.

Observar un engaño 

sin engañarse.

Observar el dolor y el error 

hasta aceptarlos.


Observar el agua tocando la piel.


Observar la proyección 

y ver lo coherente que es 

con la percepción.

Observar el rechazo dentro 

para conocer sus disfraces fuera.

Observar una decisión.


Observar, solo observar.


Observar el juego de "dar para obtener".

Observar el autoengaño sin justificar.

Observar los valores que mueven la mente.


Observar los pasos

y los abrazos.


Observar las sombras, 

también las de fuera.


Observar una palabra desde su etimología.

Observar el cuerpo y sentirlo como un espejo.

Observar sin buscar algo pues, 

no interferir ya es algo para el aprendiz.


Observar el silencio.


Observar desde "causa y efecto" 

para conocer una distinta perspectiva de un hecho.

Observar la resistencia 

que se oculta en la persistencia.

Observar el miedo 

hasta que se desvanezca de aburrimiento.

Observar la inocencia 

donde parece carecer su presencia.


Observar lo [des]conocido 

y permitir que así siga.


Observar un suspiro.

Observar un cariño 

con los ojos cerrados.

Observar cada instrumento de una canción.

Observar el sentimiento 

que acompaña el presente momento.

Observar la ausencia de observación.


Observar y cuestionar 

lo que se cree haber observado.


Observar hasta llegar al manantial.





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