Piu-piu
El sol se ponía
y ella en una rama
atenta estaba
en espera de su compañía.
De repente lo visualiza,
viene planeando con sus coloridas alas
y posa a su lado
como había deseado.
Empieza a escuchar su canto
que narra como ha sido su día;
sus vuelos, sus alimentos,
sus baños, y su deseo de estar aquí,
ahora compartiéndolo con alegría.
Ella escucha sus melodías
y aprecia que con ella
decida compartirlas.
Más que juzgar si son de su agrado,
afinadas o en ritmo,
ella se siente querida
por su presencia en su vida.
Le pone su atención en comprender
cada detalle de su jornada
y así que termina
también comparte como fue su día.
Disfrutan compartiendo
y comparten cantando;
les parece suficiente
lo que son y lo que tienen;
aceptan su naturaleza
y esta aceptación extienden;
sienten así, que están amando.