Por Ernesto Londoño / The New York Times


"Los funcionarios de esa ciudad brasileña antes acosaban a los artistas del graffiti y los muralistas, tratándolos como vándalos. Ahora el gobierno incluso financia esas expresiones artísticas que hacen de la metrópolis una galería al aire libre".


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Image: Mateus Bailon / Victor Moriyama / The New York Times

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