Por Víctor-M. Amela / La Vanguardia


"Xavier López, profesor.


Tengo 40 años. Nací en Vimbodí i Poblet (Conca de Barberà) y vivo en Barcelona. Soy profesor de niños, y director de centro escolar. Estoy soltero, y sin hijos. ¿ Política? Parezco de derechas y soy de izquierdas. ¿ Religión? Agnóstico. Adoro el teatro y caminar junto al mar.


'Mestres d'un mestre'


Xavier grabó con su móvil al pequeño Teym, para enseñárselo a sus padres. Es lo que no tuvo Xavier de niño: felicidad en la escuela. Hoy es director del centro escolar Octavio Paz (Barcelona), de primaria, desde hace seis cursos. Ha recibido el premio Ensenyament 2019 y el premio Baldiri Reixach, entre otros. Es una historia de éxito. Hace unos años los padres de familia del barrio (Navas de Tolosa) rehuían matricular a sus hijos ahí, mientras hoy hay listas de espera. Xavier ha cohesionado a su equipo humano, dieciséis personas entre profesores, conserjes, equipo de comedor... Xavier López resume ahora su experiencia en un libro, Mestres d'un mestre (Columna), en el que homenajea a los profesores que le ayudaron.


[…]


¿Y cómo hay que tratar a cada niño?


Si facilitas que el niño se sienta a gusto, acabará aflorando sus particulares talentos.


¿Qué cualidades debe tener un profesor para ser bueno?


Compromiso con su trabajo, ganas de aprender, y saber trabajar en equipo, sobre todo. Para ello hay que saber escuchar.


¿Quién le ha enseñado a escuchar, a usted?


Los propios niños. En nuestra escuela, lo central es que cada niño explique a sus compañeros sus avances en sus trabajos, lo que le pasa. Uno se explica, todos escuchan.


[…]


¿Cómo se logra todo eso?


Respetando el ritmo de cada uno, y no fomentando en ellos la frustración. El teatro es una gran herramienta".



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Image: La Vanguardia

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