Por David Dorenbaum / EPS - El País
"¿Por qué nos resulta tan difícil negarnos a algo? La negación es uno de los primeros mensajes que aprendemos a comunicar y, sin embargo, uno de los que más nos cuesta transmitir y comprender."
"¿Por qué nos cuesta tanto trabajo decir "no", sobre todo en momentos en los que queda claro que hacerlo nos podría sacar de un aprieto? El saber decir "no", sus implicaciones y lo que la negación expresa en cada una de las situaciones son retos que hemos de confrontar en las distintas etapas de nuestro desarrollo. Así lo muestra el filósofo Wilfried Ver Eecke en su libro Diciendo no, con el ejemplo de los niños pequeños que hacen exactamente lo contrario de lo que se les pide y los padres a los que se les escucha decir: "Nuestro hijo es un verdadero diablillo". Un comentario ante el que no es infrecuente la respuesta: "Si no lo es ahora, cuando crezca no se convertirá en su propia persona". ¿Por qué los críos dicen tanto "no"? Una razón es que lo oyen mucho. Joan Manuel Serrat lo resalta en Esos locos bajitos: "Niño, deja ya de joder con la pelota, que eso no se dice, que eso no se hace, que eso no se toca". Realmente no toleran ser forzados a la pasividad, expresan su oposición y una vez que desarrollan la capacidad de emitir sus propios juicios —con la posibilidad de decir "sí" o "no"— pueden discutir y negociar. El "no" de los pequeños es un signo de reciedumbre.
Otro ejemplo que señala Ver Eecke es cuando los jóvenes se rebelan y los mayores, en lugar de adoptar una actitud conciliadora con las manifestaciones de negatividad de los adolescentes, se ofuscan diciendo que los jóvenes "no tienen nada mejor que hacer con su tiempo". El filósofo cita otro caso, común entre adultos, cuando en un evento social nos presentan una bandeja con bebidas alcohólicas y las rechazamos enfáticamente con un gesto de la mano por el hecho de que hemos de conducir un vehículo después de la reunión. En realidad, no solo se trata de una cuestión de fuerza de voluntad individual. Podríamos especular que en este caso sería posible aumentar la fortaleza del individuo para poder decir "no" si el resto de la colectividad hiciera hincapié en la importancia de no conducir bajo los efectos del alcohol. En ejemplos como estos observamos el beneficio de decir "no"."
Image: Sr. García / El País