Por Juan Luiz Álvarez / La Vanguardia - Magazine

[...]
"Aunque las canciones pueden venir de cualquier parte. Recuerdo que una tarde llevé a Linda a una sesión de fotos. Sabía que tardaría un par de horas por lo menos, así que busqué un lugar tranquilo, y me inventé una pequeña fantasía sobre ella para una canción. Pero me reté a mí mismo a componerla en ese tiempo y así lo hice. Cuando llegó la hora de volver, me preguntó que había hecho ese rato, que si me había aburrido. Y me pude dar el gusto de decirle “He escrito una canción, ¿quieres escucharla? John y yo solíamos hacer esto a menudo, jugar a este juego, y ninguno tardó mas de tres horas en conseguirlo”

[...]
"El que faltaba era Ringo para que el lazo saliera perfecto. “Es una de esas cosas que siempre dices que vas a hacer y nunca haces. Le había estado diciendo durante años que sería genial hacer algo juntos de nuevo y de pronto surgió la oportunidad de que colaborara en Beautiful night y enseguida me di cuenta de que todo era como en los viejos tiempos. Que todo era cómodo y lo que nos unía seguía estando ahí. Acabamos haciendo una “jam”, yo con el bajo, él a la batería y Jeff Lynne con la guitarra. Y cumplí ese sueño de todo cantante de hacer con la voz lo que le salga, cantar cualquier cosa, pero para eso tienes que despejar tu mente, olvidar todo, y dejar que tu cabeza vaya a algún lugar místico. Simplemente improvisando. Cuando lo reprodujimos, había magia. Y cariño de amigos de verdad. Hace poco, en 2019, en uno de mis últimos conciertos en Los Ángeles, Ringo se subió al escenario a tocar Helter Skelter y, en un momento determinado, lo miré y me vino la imagen de aquel chaval que 'aporreaba tambores', hace décadas y vi pasar muchos de los momentos que hemos compartido. Son instantes muy intensos."




Image: La Vanguardia



Artículo Anterior Artículo Siguiente