Image: La Vanguardia


“El Orient Express de nuestros días es idéntico al de hace casi un siglo: confortable, pero sin concesiones a la modernidad, que es donde también radica su encanto. Todo es delicado y elegante, pero para nada ostentoso”, explica Bruno Janssens, director del tren a cuyas órdenes tiene a un staff multinacional de impecable trato con los pasajeros. Desde el reestreno del tren, hace 38 años, ha recorrido ya más de cuatro millones de kilómetros por Europa, siempre desde marzo a noviembre. Además de unir las ciudades habituales como Paris, Venecia, Budapest, Londres o Praga, con el tiempo se han ido añadiendo otras localidades a las líneas del Orient Express, como dos capitales nórdicas: Estocolmo y Copenhague, ciudades felices por recibir una leyenda en sus estaciones. Generalmente y en circunstancias convencionales, a estas alturas del año, el Venice-Simplon Orient Express realiza su trayecto más habitual: el Londres-Paris-Venecia en ambos sentidos, pasando por Austria y Suiza."



Artículo Anterior Artículo Siguiente